Ya ni disimulan, en la misma página se contradicen. Que si apelan porque lo hacen, si no apelan imaginemos el escándalo.
Es llamativo que Santoro, el mismo que operaba a Fantino y Manguel, sus compañeros de programa, ahora se pone en guardián de la ética y la moral.
Ya no sólo mienten sino que lo hacen con argumentos pobres y baratos.
Cuestionan lo hecho CUANDO SE PREPARABAN PARA LA TAPA DE LO QUE PENSABAN EL ESTADO NO IBA A HACER.
Una cosa es que mientan y OTRA ES QUE HUMILLEN LA INTELIGENCIA DEL QUE LOS LEE.
Al final, de tanta vulgaridad informativa van a terminar haciendo más grande a aquella que quieren combatir. Parece que no aprendieron nada.
La calidad de tu enemigo hace a la tuya. Que fácil la tiene Cristina con estos tipos.