Una pelea de boxeo entre aficionados terminó de manera trágica en la ciudad balnearia de Jijoca de Jericoacoara, en el estado de Ceará, al noreste de Brasil, al confirmarse la muerte de uno de los púgiles, quien recibió un fuerte puñetazo en el rostro durante el combate realizado el pasado sábado 14 de octubre. La víctima fue un joven de 23 años, identificado como Joao Victor Penha, quien falleció este martes tras haber permanecido tres días internado en el hospital de la zona. El boxeador amateur había sido trasladado de urgencia a la guardia médica por un traumatismo craneoencefálico, que posteriormente le ocasionó la muerte.

El deportista aficionado, quien además trabajaba como responsable de recursos humanos en un hotel, cayó desplomado en la lona a los 90 segundos de comenzada la pelea luego de recibir un derechazo a la altura de la frente. Las imágenes que grabaron los espectadores se viralizaron en las redes sociales y en ellas puede observarse que no había medidas de seguridad, más allá de que una persona oficiaba como árbitro. El lugar carecía de un ring de boxeo.

Al instante, Penha, vestido con pantalones cortos de color azul con vivos amarillos, recibió la asistencia de los médicos y pudo ser reanimado. Pero su estado comenzó a empeorar con el correr de las horas y el impacto del puño rival causó estragos en su salud. Fue declarado con muerte cerebral, lo que derivó en el paro cardíaco que acabó con su vida.

En medio de la tristeza de sus familiares en el funeral, se fueron conociendo los detalles de la pelea de la cual participó y en la que ni siquiera había un cuadrilátero de protección. “La vida de mi hermano se perdió por 19 dólares”, declaró un familiar de la víctima. Ese era el valor de la bolsa del combate y las autoridades policiales ya iniciaron la investigación correspondiente.

Por su parte, la hermana de Joao Victor contó que la familia sabía de la existencia de este tipo de pelea y que su madre le insistió para que no fuera a combatir. “Esto es totalmente absurdo. Ni siquiera sé qué decir, especialmente después de la tragedia con mi hermano. No queríamos que participara. Todos estábamos muy preocupados. Mi mamá le pidió que no peleara, pensando que le podía pasar algo más grave. Hablamos con él, pero nos pidió que lo apoyáramos y entonces no tuvimos otra opción”, fue el testimonio de su hermana que reprodujeron medios brasileños.