Los índices actuales de la pobreza e indigencia que se dieron a conocer, son la confirmación de lo que venimos viendo a diario con las políticas económicas que vienen implementando Milei-Caputo. Si esto es preocupante, más tendría que alarmar la proyección que afirma que esto se seguirá acentuando con el correr de los días

Ante tanta angustia y este ajuste feroz sobre los desposeídos, los trabajadores y los jubilados, ahora aparece en escena la amiga del macrismo que siempre está dispuesta a la foto que sirva para aparentar que algo de sensibilidad tienen: Margarita Barrientos.

La fundadora del comedor Los Piletones, ahora ya no tiene respuestas para darle a la gente, ni mensaje de esperanza. La realidad la supera y manifiesta “tenemos que salir a decirle a la gente que no nos alcanza para darle un plato de comida. Yo no entiendo mucho del superávit del que habla el gobierno, pero les diría que mire hacia donde está la necesidad; que recorra, que vaya a los lugares, hay muchísima gente en la calle, personas que no tienen plata ni para el boleto para ir a buscar trabajo, familias que no pueden pagar el alquiler”.

Por lo visto, la dirigente social ahora la está viendo…y aconseja a los libertarios “Si no lo ven, tendrían que verlo”.

El que sí la vió fue Jorge Fontevecchia

Días previos a las elecciones tuvimos la oportunidad de mirar y escuchar los debates presidenciales. Goleada de Massa. Tan grande fue la diferencia desde lo conceptual e intelectual con el resto de los candidatos, que ante la humillación que le propinó desde su formación y preparación y dejarlos en evidencia, Bullrich salía a excusarse con gripes que aparecían y desaparecían ese mismo día y Milei con que voces que solamente él escuchaba lo afectaban y le hacían olvidarse de lo básico en economía y seguridad.

Oportunidad desperdiciada, obviamente de algunos, porque la vieron, la escucharon y no hicieron nada… Y una semana antes a la contienda electoral desde la editorial de Perfil, Fontevecchia aconsejaba no votar a Milei (“capacidad limitada de economía y una emocionalidad inadecuada para el cargo”) y sí hacerlo por el presidenciable de Unión por la Patria.

El editor nos hacía saber que por primera vez iba a votar por un peronista ya que en anteriores elecciones lo había hecho por Alfonsín, Angeloz, Bordón, De la Rúa, Carrió, Lavagna en dos oportunidades, Binner y Stolbizer. Lo que más me llamó la atención en su momento fue el argumento que brindaba en algo tan simple de que “se está mal pero aún se puede estar peor”. Y como si fuera un profeta, lo que nos anticipaba, terminó ocurriendo. Lo puso en palabras: “A los más jóvenes les pido que reflexionen sobre el concepto que hay detrás de la palabra “peor” expresado cotidianamente en la repetida frase “peor no se puede estar”. Peor es “más malo”. Al ser un adverbio es una cualidad comparativa, intrínsecamente siempre puede haber un peor como un mejor. Aun en lo malo siempre hay un todavía peor. Si frente a la adversidad tomamos decisiones equivocadas, podemos empeorar las consecuencias en lugar de mejorarlas, de la misma forma que si frente a la adversidad, tomamos las decisiones correctas, por lo menos podremos reducir los daños.”

Y cuanta razón tenía, se podía estar peor…Oportunidad desperdiciada, obviamente de algunos, porque la vieron, la leyeron y no hicieron nada. Ojalá Massa tenga su oportunidad. Ojalá que el pueblo vuelva a tener la suya.

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