Los eSports, o deportes electrónicos, son competiciones de videojuegos a nivel profesional, en donde la salud de los jugadores se ve afectada por el desgaste físico y mental a raíz de las largas horas de entrenamiento y juego.

Desde la Unidad de Medicina eSports del Hospital Centro de Andalucía y la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), en España, se exhibió una serie de afecciones asociadas a este deporte. Si bien no cuenta con un componente físico muy alto, el mismo es muy concreto y conlleva a su vez una gran exigencia mental. Por ello, no suele haber lesiones físicas "muy drásticas", aunque se reconocen problemas asociados.

Lesiones físicas en los eSports

Las lesiones musculoesqueléticas más frecuentes son:

-Síndrome del túnel carpiano: Es una lesión bastante común ya que implica la compresión de un nervio que está en la muñeca (nervio mediano). Al hacer movimientos muy repetitivos tanto con el teclado como con el mouse, se genera una compresión de este nervio y al final provoca dolor, hormigueo en las manos, en los dedos, entumecimiento, etc.

-Tendinitis: Afecta a los tendones de las manos y las muñecas. Esto ocurre debido al uso constante del teclado y del mouse, especialmente cuando se realiza un movimiento lateral con la mano.

-Epicondilitis: Una lesión caracterizada por dolor en la cara externa del codo. No solo se mueve la muñeca, sino que también se hacen movimientos de giro.

A su vez, mantener una postura sedante donde la motricidad queda relegada al tren superior incrementan las tendinopatías en hombros, codos y muñecas. Tampoco se debe olvidar la zona lumbar y cervical que sufre de contracturas y compresiones en algunos nervios.

Recomendaciones para preservar el sistema musculoesquelético

Los expertos señalan que, normalmente, los problemas son ergonómicos. Para ello, se recomienda la adaptación de un espacio de juego que sea cómodo, con una posición ergonómica de la espalda y del cuello.

Además, colocar el monitor a la altura de los ojos, con la finalidad de que no haya que estar constantemente levantando ni bajando la mirada. También, que el mouse y el teclado estén colocados lo más cómodo posible, que no haya un borde o un obstáculo en medio.

Por otra parte, se aconseja realizar estiramientos de las muñecas, de las manos, de los músculos de los brazos, del cuello y de la espalda.

La visión

Los jugadores profesionales están constantemente mirando una pantalla, cuestión que suele producir:

-Fatiga visual: Esto le ocurre generalmente a toda persona que interactúa con pantallas y se caracteriza por el ojo seco, irritación, dolores de cabeza, visión borrosa cuando se cambia de enfoque de lejos a cerca, entre otras cosas.

-Miopía: Se está viendo con el tiempo que el uso frecuente de pantallas produce miopía y que cada vez un número mayor de gente joven la padece.

Recomendaciones para la visión

Los expertos aconsejan gestionar el tiempo, realizar descansos regulares que ayuden a reducir la fatiga visual y mental: “Los jugadores profesionales no pueden parar ya que están en competición, pero aun así se recomienda descansar la vista ya que los humanos no estamos hechos para mirar tan de cerca tanto tiempo”.

El oído

-Los jugadores de eSports también presentan problemas de salud auditiva por el uso de auriculares con un volumen muy alto. En tal sentido, cada vez necesitan más volumen a la hora de competir y están constantemente con los auriculares puestos, lo que provoca que con el tiempo vayan perdiendo la capacidad de audición apareciendo problemas auditivos como tinnitus, hipoacusia, hipersensibilidad al sonido, etc.

La salud mental

Los expertos reconocen que los problemas de salud mental son difíciles de diagnosticar porque su reconocimiento "es complicado". En tal sentido, subrayan que los eSports son una industria muy competitiva, lo que se traduce en que la presión por el rendimiento sea muy alta.

Esto genera muchas situaciones de estrés y ansiedad a los jugadores, sobre todo cuando hay competiciones y torneos. También pueden experimentar trastornos del sueño debido a los horarios irregulares y la necesidad de competir en ocasiones de madrugada.

“Esto al final altera los patrones del sueño y la alta exposición a la luz azul de las pantallas moviliza más de un neurotransmisor llegando a producir una estimulación mental muy intensa que puede acabar en insomnio”, indicaron.

Además, las personas que se dedican a esta profesión pueden llegar a tener una especie de aislamiento social: “En ocasiones estas personas solo tiene contacto con la gente que juegan y eso genera a veces problemas con el tiempo. Pasan mucho tiempo en un entorno virtual, y eso puede conllevar problemas depresivos”.

Asimismo, la alta densidad de entrenamiento y la falta de descansos en un calendario compacto aumentan la fatiga cognitiva y dificultan la concentración. Esto, unido a las horas de exposición de brillo, mencionado anteriormente, que produce fatiga visual acerca a los jugadores al agotamiento mental y al síndrome de burnout.

Los síntomas en salud mental

Aunque los síntomas pueden ser difíciles de reconocer, explicaron que existen una serie de señales que pueden indicar que el jugador está experimentando problemas de salud mental:

-Alteraciones en el sueño.

-Disminución del rendimiento.

-Agotamiento físico, cansancio.

-Falta de motivación.

Cuidado con la adicción

Otra situación que, según los expertos, es muy difícil delimitar, es dónde termina la profesionalidad y dónde comienza la adicción, lo que puede generar un impacto negativo en otras áreas de su vida: “Un futbolista no acaba siendo adicto al futbol, pero en este caso, es una profesión en la que hay mucha actividad mental y esto puede conllevar a una adicción”.

Manejar el estrés y la ansiedad

Se recomienda contar con apoyo psicológico para manejar el estrés y la ansiedad derivadas de esta profesión. Además, comunicarse con los compañeros, con el equipo para apoyarse y evitar ciertas conductas que puedan ser perjudiciales.

“Algunos jugadores pueden considerar que trabajar técnicas de meditación o mindfulness son una pérdida de tiempo. Sin embargo, estas prácticas junto con el descanso y otros tipos de ocio en entornos sociales ricos en estímulos afectivos pueden ser un paso importante para evitar la sobrecarga física y mental”, señalaron.