¿Y a este quién lo conocía? O mejor dicho, ¿de dónde salió?.
En realidad lo teníamos visto, pero ni ahí que todos sabíamos su nombre.
Nos sonaba de algún lado, si alguna vez nos habían metido mano y bisturí.
Sólo los profesionales del arte de curar la tenían clara.
Pero de pronto, como esas estrellas mediáticas de los Reality Show se puso de moda, está en todas las publicidades, todo el mundo habla de él.
Lo consumen los y las de 20, pero también los y las de 50 y obvio mucho más los/las que pasan los 60 y para los de 70 es tan imprescindible como la pastillita azul.
El Sr. se impuso, y así viste todas las camisetas, los hay de Boca, River, Racing, es más hasta algo curioso, vi unos de Ferro en estos días.
Hay algunos con diseño de alta costura, que serán muy bonitos pero insufribles, y otros que se los ve ordinarios como papel de cohete, pero llevaderos y nos dan respiro.
Subió a la fama rápido y ojalá lo bajemos del estrellato más velozmente, que haya tenido sus 15 minutos de gloria sería lo mejor que nos pueda pasar, como los que salieron de Gran Hermano o de La Voz. Es que son tan insufribles como ellos.
Se convirtieron en nuestros mejores aliados y nuestra peor pesadilla, como las llaves del auto, nos los encontramos nunca y llevamos uno de repuesto en la guantera.
Una cosa más para perder, así no hay bolsillos que aguanten, vamos a tener que hacernos unos como el de los pantalones de los payasos, que los anteojos, las llaves, la billetera, la sube y ahora hay que agregar al señor.
El tipo estorba pero nos da una mano, como algunos cuñados/as. (Esto del género es cansador para escribir).
Eso sí, poderoso el "chiquilín", obligó a presidentes y ministros. Pregona la igualdad de clases, los usan los príncipes y la plebe.
Es simple pero eficaz.
Espero queden archivados pronto y para siempre, de todos modos por su labor deberíamos ponerlo en algún billete o nombrar una calle. Shuuuuuu no demos idea que los concejales están con pocas ideas últimamente.
Estuvieron en todos los brindis estas fiestas y en otras palabras al unísono el mundo pidiendo te vayas pronto, Sr. BARBIJO.